Lo que no te atreves a decir

esconde la fuente de todos tus problemas.

Sisisisisisisisisisiss, 

también en el trabajo.

De ahí vienen la mayoría de tus desvelos.

De eso que no quieres ni decir, 

ni pensar, 

ni ná de ná.

Puede que, incluso que no sepas ni lo que es lo que te está bloqueando.

Eso sería lo más normal.

De hecho, ESO ES LO MÁS NORMAL.

Lo sé bien después de haber ayudado a más de 500 profesionales de todo el mundo.

Pero, 

per0, 

p3ro…

hay una buena noticia.

Mi especialidad es ayudar a los profesionales a desbloquearse.

Claro, 

claro, 

claro, 

eso ni se hace por email, 

ni es gratis, 

ni se hace con unos “cuantos tips”, 

ni nada por el estilo.

Te lo digo de forma abierta

para que no tengas falsas esperanzas, 

de conseguir algo extremadamente complicado (desbloquearte)

rápidamente, gratis y con 4 ratitos aquí y allá.

Te lo digo para que no caigas en el

bueno, 

bonito y 

barato de los años 70s.

Te lo digo para que tengas unas expectativas realistas.

Porque sí que tengo claro que

lo que te lleva fastidiando años o décadas, 

no lo vas a quitar en unas semanas, 

leyendo 4 libros, 

siguiendo gurús en YouTube o IG, 

ni con las clases de yoga.

Lo siento, 

pero no es así.

Lo he visto en demasiadas ocasiones.

Cuando llega la gente a nosotros, 

“ya lo han probado todo”, 

y hay mucha tela que cortar.

No te autoengañes, por favor.

Me atrevo a decírtelo claramente.

No te autoengañes creyendo que lo conseguirás gratis, 

rápido, 

y por tu cuenta.

Si no has podido hasta ahora, 

no creo que lo puedas hacer por tus propios medios.

Ya lo tienes “enquistado”.

Reconócelo y toma medidas, 

de verdad.

Si te resuena lo que lees, 

por mucho que te repatee,

es que es verdad en tu caso.

Aquí estoy.

Aquí estamos.

Disfruta del día, 

María

PD: Al menos, reconócelo en tu interior.